Campamentos


En los campamentos de refugiados viven alrededor de 165.000 personas, fundamentalmente mujeres y niños, ya que la mayor parte de los hombres se encuentran en las llamadas zonas liberadas del Territorio Nacional, encuadrados en las diferentes divisiones del ejército saharaui.

Esta parte del territorio argelino está ubicada en pleno desierto del Sahara, un lugar inóspito atravesado por dos únicas estaciones del año: invierno, donde son frecuentes las temperaturas de 1 grado y verano, donde los termómetros alcanzan con frecuencia los 60 grados, lo cual hace que la vida en este lugar sea casi imposible.

Otro elemento climático que dificulta aun mas la supervivencia en esta zona son los Sirocos, tormentas de arena que paralizan cualquier tipo de ocupación.
La actividad económica es muy escasa, predominando el pastoreo nómada y un incipiente comercio interno. Los refugiados saharauis dependen casi por completo de la ayuda internacional.

Los Campamentos de Refugiados saharauis están organizados en cuatro wilayas (provincias), las cuales llevan los nombres de las cuatro principales urbes del territorio nacional: El Aaiún, Dajla, Smara y Auserd.
Cada Wilaya está dividida en Dairas (municipios), y éstas a su vez en barrios o localidades:

EL AAIÚN
SMARA
DAJLA
AUSSERD
Dchera
Farsia
Nzaran
Zug
Amgala
Edcheidiria
Ain Lbaida
Agueni
Guelta
Hausa
Glaibat Lfula
Tichla
Bucra-a
Bir Lehlu
Bojador
Guera
Hagunía
Mahbes
Um Draiga
Bir Ganduz
Daora
Tifariti
Aargub
Mivek
Meheiris
Yraifía


El Polisario se ha beneficiado del fuerte apoyo del gobierno argelino desde su creación hace décadas, más importante a través de la bienvenida de los saharauis como refugiados y la prestación de un refugio seguro para los dirigentes del Polisario. Los campamentos saharauis en las afueras de Tinduf, Argelia, desafian la visión occidental de los campos de refugiados. En lugar de las filas desorganizadas de tiendas de campaña y largas colas para la alimentación y tratamiento médico, Tinduf se cuenta con seis campamentos bien organizados – Ausserd, Dajla, 27 de Febrero, El Aaiún, Rabuni, y Smara – habitados por gente bien organizada.

Los campamentos están dirigidos en su totalidad por el gobierno de la RASD, el Frente Polisario y una serie de organizaciones saharauis de la sociedad civil. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados [ACNUR] y el Programa Mundial de Alimentos [PMA] ofrecen tiendas de campaña – las cuales la mayoría de los saharauis asientan junto a sus casas más permanentes de ladrillos de arena – y comida, pero tienen poca presencia en los campamentos.

Al llegar a los campamentos, los visitantes extranjeros se sorprenden al encontrar taxis, autobuses, televisión por satélite, reproductores de DVD, peluquerías, tiendas de comestibles, tiendas de electrónica, gasolineras, restaurantes, cibercafés, hospitales, clínicas, escuelas, un baño turco, centros de cuidado de niños , granjas, jardines y canales locales de la radio y la televisión.


Algunos sostienen que la vida en los campamentos se está normalizando demasiado – creando así la apariencia de aceptabilidad por el status quo – y que los saharauis están perdiendo poco a poco su identidad única y arriesgan la asimilación con los anfitriones Argelinos.



El contexto del Hammada se extiende a lo largo de 100 kmq hacia el Sahara Occidental y está conformado por un desierto pedroso y dunas de arena sólo en tres wilayas: muy pequeñas en Smara y Auserd y grandes en Dakhla.

El clima es de tipo desértico, por tanto seco y árido y las precipitaciones son prácticamente inexistentes, al no ser por alguna rara vez en la que las lluvias se vuelven muy peligrosas y violentas, que como en febrero de 2006 causaron a una aluvión que procuró muchos daños a la población, debido sobre todo a que las habitaciones además que las jaimas que actualmente están hechas de tela, están construidas con ladrillos de arena y de agua.

El agua se encuentra generalmente a 2-6 metros de profundidad, aunque no es raro encontrarla a 150 metros, pero tiene una elevada presencia de salinidad y por lo tanto no es potable, sin embargo ésta se potabiliza por medio de implantes de desalinización.

La contaminación del agua, debida a la ausencia de una red de alcantarilla y la presencia de pozos negros constituye otro obstáculo tangible hacia el acceso al agua potable. El agua está transportada por medio de camiones cisternas y transferidas ya desalinizadas en cisternas de metal presentes en todos los “hogares”.

Debido a la casi total ausencia de lluvias y a la salinidad del agua en las faldas subterráneas, pero también al clima, la posibilidad de constituir y sostener pequeños huertos es compleja, aunque no imposible. La cooperación internacional, que actúa de numerosas formas y también por medio de numerosas instituciones en los campamentos saharaui, ha realizado y realiza todavía más de un proyecto hacia la constitución de huertos, ocupándose incluso de sistemas de riego eco-compatibles.

Las jaimas son de varias dimensiones, entre los 15 y 30 metros cuadrados y están compuestas internamente por colchones para descansar, comer, tomar té, en fin socializar, que se sitúan en el perímetro de manera circular y por cobijas, alfombras y cojines de varias dimensiones y color.




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