Desde la invasión del Sahara Occidental por el Reino de Marruecos, la población Saharaui ha venido sufriendo continuos atentados contra los Derechos Humanos.
Las detenciones arbitrarias, desapariciones, los asesinatos, la tortura, las violaciones, los encarcelamientos sin garantías judiciales…. Son una constante en los territorios ocupados.
Los derechos de asociación, de reunión y la libertad de expresión son reprimidos sistemáticamente por Marruecos. La población saharaui se halla confinada en las ciudades, rehén en su propia tierra, bajo un estado de sitio no declarado, haciéndose imposibles sus formas de vida tradicionales.
El Reino de Marruecos ha fomentado la colonización del territorio por ciudadanos marroquíes subvencionándoles la vivienda, proporcionándoles trabajo y bienes de subsistencia como parte de una estrategia de “marroquización” del territorio.
Los Saharauis son pobres en su propia tierra con una altísima tasa de paro a la par que los invasores explotan los recursos del territorio de forma inmoral.
La lengua de los Saharauis ,el hassania, está proscrita en los centros educativos.
Cualquier referente de la cultura Saharaui es eliminado inmediatamente por Marruecos.
Toda está situación de Apartheid se ve acompañada de un férreo bloqueo informativo marroquí que incluye frecuentemente la prohibición de entrada a los territorios ocupados de medios de comunicación extranjeros y de Delegaciones políticas.
La censura en Internet bloquea las páginas de apoyo a la causa Saharaui.
Ante esta situación de falta de libertad, el pueblo Saharaui ha respondido con una verdadera Intifada pacífica que se inició en mayo de 2005, las manifestaciones y otros medios de lucha son frecuentes.
Toda esta situación de desprecio de los DDHH de los Saharauis se da ante la mirada impasible de la Minurso (fuerza de la ONU presente en el territorio).
La Minurso es la única fuerza de la ONU en el mundo que no tiene como mandato la vigilancia y el control de los atentados en contra de los derechos humanos.
Las organizaciones de Saharauis de derechos humanos como AFAPREDESA, CODESA y otras son ilegales para Marruecos debiendo de desarrollar su trabajo en la clandestinidad.
Diversas organizaciones internacionales de defensa de los DDHH han denunciado esta situación. Activistas Saharauis pro derechos humanos como Aminetu Haidar han sido premiados internacionalmente por su trabajo.
No por ser poco conocida esta situación por la comunidad internacional carece de importancia ya que supone el sufrimiento continuo de todo un pueblo. El Pueblo Saharaui.
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